Los gatos domésticos (Felis cattus) que todos conocemos, y que son los festejados cada agosto, llegaron a América posterior al contacto europeo,  provienen de un tipo de felino que se domesticó a sí mismo para permanecer en compañía del ser humano en busca de mutuo beneficio. Esto sucedió en Egipto en torno al IV milenio A.C. donde fueron venerados como dioses por sus dones como cazadores de ratas e insectos, que permitían proteger mejor las cosechas de granos. De esta habilidad, probablemente, se desprenden los atributos de la diosa felina Bastet o Bast, protectora del hogar y de los templos, guerrera y defensora de la familia. Bastet era representada como figura gatuna naturalista, o en forma humana con cabeza felina.

                                                                                                         Escultura en bronce de la diosa Bastet.

Los gatos domesticados en Egipto que fueron llevados (en secreto) a Roma se cruzaron con gatos silvestres nativos de la zona, dando origen al comúnmente conocido “gato romano”. Es decir, el gato de pelaje marrón o gris con patrón en franjas atigradas más oscuras con la característica “M” en la frente.

                                                       Típica gata “romana”, felino altamente adaptado que pasó de Roma al resto del mundo.

Unos cuantos siglos más tarde,  el gato doméstico llegó a América, aunque nuestro continente estaba habitado por felinos nativos grandes y pequeños. Ocelotes (Leopardus pardalis), pumas (Puma concolor) y  jaguares (Panthera onca) destacan por su fascinante majestuosidad y por su poderío físico.

                                                               Puma (Puma concolor), el felino silvestre más grande dentro del territorio nacional.

Tapadera de cerámica de la cultura Nicoya. En la parte frontal y posterior se aprecian  dos felinos, posiblemente jaguares modelados en sobrerelieve. Colección Exótica del Museo de Historia Natural de Valparaíso SURDOC ID 4-338

En nuestro país, además del puma, hay otras cuatro especies de felinos silvestres, la güiña o huiña (Leopardus guigna), el gato colocolo o gato de los pajonales (Leopardus colocolo), el gato de Geoffroy (Leopardus geoffroyi) y el gato andino (Leopardus jacobita). De tamaño mucho más reducido, son animales que comparten muchas características con el gato doméstico: en general no le sobrepasan en envergadura, son exclusivamente carnívoros, tienen hábitos crepusculares y nocturnos,  son animales solitarios, territoriales y silenciosos. Por desgracia, en la actualidad todas las especies nativas de gatos se encuentran en peligro tanto por la caza indiscriminada, como por la pérdida de territorio o por el ataque de humanos o perros asilvestrados.
 

Güiña, gato colocolo, gato de Geoffroy y gato andino. Al menos dos de estos felinos tienen motas oscuras en su pelaje, rasgo que ha sido observado en objetos arqueológicos.

Nuestros pueblos originarios precolombinos representaron a los felinos de diversas formas sobre diferentes materialidades como la cerámica y la piedra, tallados en hueso o pintados en las rocas. En particular en el Norte Chico, los felinos aparecen tanto en contextos Molle como Diaguita, hasta cierto punto esquematizados, pero claramente reconocibles en ejemplos como los que vemos a continuación.

Punzón diaguita y detalle del extremo proximal, que representa a un felino moteado, tallado y perforado en hueso. Colección del Museo de Historia Natural de Valparaíso. SURDOC ID 4-367

Contenedor diaguita elaborado en cerámica modelada con forma de felino.  La pieza está engobada y pintada con patrones  escalerados y zigzag, se observa en el  rostro del animal bien detallados los ojos, la nariz y el hocico. Colección del Museo Regional de Atacama SURDOC ID 20-1773

Jarro cerámico rojo engobado de la cultura El Molle, Norte Chico. En el asa, tiene un felino modelado. Se pueden apreciar claramente sus cuatro patas, cola y cabeza. Colección del Museo de Historia Natural de Valparaíso SURDOC ID 4-186

Olla cerámica correspondiente a la cultura diaguita y detalle del asa. Este contenedor, proveniente del sitio Estadio Fiscal de Ovalle, cuenta con dos asas contrapuestas modeladas con forma de felinos con sus extremidades abiertas y la cola extendida. En sus patas traseras, se aprecian cuatro garras o dedos, rasgo distintivo que también tienen los gatos domésticos. El cuerpo está cubierto de motas, incluido el rabo. Colección del Museo del Limarí SURDOC ID 11-23

Como puedes ver, hay gatos precolombinos, pero también los museos resguardan gatos históricos, gatos artesanales, gatos artísticos y objetos gatunos que te van a sorprender, como esta cuna y caja de transporte que fue propiedad del escritor y diplomático Salvador Reyes, quien,  además de novelista y cronista, era todo un fanático de los gatos.

Cuna y jaula de transporte de la colección Salvador Reyes. Museo de Historia Natural de Valparaíso. SURDOC ID 4-2251 y 4-2435

O esta colección de pequeñas figurillas de  gatos de porcelana y loza de la colección del Museo de Artes Decorativas.

                                                                                          SURDOC ID 24-3892, 24-673 y  24-1316

O estas hermosas acuarelas con gatos que fueron elaboradas para revistas y libros infantiles por la ilustradora nacional Elena Poirier.

“El gato Cucufate” SURDOC ID 3-38669, “El gato con botas” SURDOC ID 3-35411 y “Gata con bandeja y zorro” SURDOC ID 3-35279

Encontrarás también pinturas y grabados que representan gatos:

 “Niña con Gato” obra atribuída a Rosalba Carriera - Colección del Museo Nacional de Bellas Artes SURDOC ID 2-2296 y “Gato en la ventana”, de Israel Roa - Colección de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción SURDOC ID 100-1321

Fotografías con gatos:

Malú Gatica con su gato - Museo Histórico Nacional  SURDOC ID 3-23216 y Retrato de Niño, de la colección Gilberto Provoste - Museo de Sitio Castillo de Niebla SURDOC ID 31-649

Gracias a esta fotografía, de la Colección del Museo Histórico Nacional, sabemos que organizar una celebración para los gatos, no es una moda tan reciente.

                           “Fiesta de Pascua con gatos” de la Sociedad Protectora de Animales de Chile SURDOC ID 3-5817

Incluso el Tesauro de Arte y Arquitectura tiene términos con la palabra “gato”...sólo que en este caso ¡¡¡realmente no son gatos!!! Sino objetos cuyas denominaciones son homófonas.

Anímate a conocer estos y otros gatos que se resguardan en los museos de Chile visitando SURDOC y SURDOC - Fotografía.

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